★★★ JAEN Tierra de olivos

Visita Jaén

Viajar por Jaén es una sorpresa permanente. En cada pueblo, en cada comarca hay tesoros esperando ser descubiertos. Por aquí han pasado íberos, romanos, visigodos, musulmanes haciendo suyo nuestro territorio. Los caminos ancestrales nos han dejado un reguero de pinturas rupestres, yacimientos íberos, la mayor concentración de castillos de Europa, ciudades renacentistas, la arquitectura y los paisajes rurales del olivar, que juntos forman una colección que espera ser descubierta cada fin de semana.
Vista de Jaén



Jaén es la historia del paso y el encuentro de todas las caravanas que han viajado del interior a la costa, del Levante a Andalucía.
Jaén es el destino ideal para la organización de cualquier tipo de congreso o encuentro profesional. Sus principales ciudades cuentan con infraestructuras dotadas de todos los servicios y comodidades, ubicadas en edificios de singularidad histórica y artística; lo que hace de Jaén un lugar diferente para el Turismo de Congresos. A su Centro de Convenciones en la capital, se une una nutrida nómina de edificios históricos y hoteles que ofrecen la posibilidad de conjugar encuentros profesionales, descanso y actividades de entretenimiento.

Jaén cuenta con seis conjuntos de pinturas rupestres catalogadas como Patrimonio de la Humanidad. Su gran potencial arqueológico se encuentra en la Ruta de los Castillos y las Batallas o en el Viaje al Tiempo de los Íberos, Baeza y Úbeda, declaradas Patrimonio de la Humanidad, o la catedral de Jaén, son los principales exponentes del Renacimiento del Sur. Además la renovada oferta de museos como el monográfico de Zabaleta en Quesada o el de la Batalla de las Navas de Tolosa en Despeñaperros,...,santuarios, fortalezas y sitios de batallas esperan a pequeños y mayores, para encontrarse con la historia más viva. Jaen limita por el oeste con Córdoba, por el norte, con Ciudad Real, por el este, con Albacete, y por el sur, con Granada

Un paseo cadencioso por el casco antiguo, una conversación cómplice al amparo de un sendero, el atardecer en el Valle del Guadalquivir, la habitación de un hotel con encanto donde perderse, un masaje con aceite de oliva después de la caminata, aquí encontrarás el mejor refugio para tus escapadas.
Charco del Aceite



De Roma y Al- Andalus hemos heredado la tradición por el bienestar y la salud. Ejemplo de ello son los baños árabes históricos de Jaén o Segura de la Sierra. Las aguas claras de algunos manantiales tienen cualidades minero-medicinales que las hacen aptas para el consumo o el baño. Además, los balnearios y spas de Jaén incorporan tratamientos donde el aceite de oliva vuelve a ponerse al servicio de la salud.

Turismo

El vuelo del quebrantahuesos, el sonido de las cascadas en primavera, las panorámicas desde las cumbres, el agua siempre fresca de una fuente al borde de un sendero, la berrea de los ciervos en la dehesa, compartir un paseo con el esquivo lince, el paisaje nevado del invierno, los cielos más estrellados,..., son sólo algunas de las emociones que puedes encontrarte en Jaén, territorio natural.

La aventura te espera. Parapente, montañismo y escalada, senderismo, rutas en bicicletas de montaña, barranquismo, rafting y kayaks en los ríos de montaña, ..., y con el aliciente permanente de encontrarte con animales en su hábitat.

Y al final de la jornada silencio y descanso en los mejores alojamientos rurales, donde te esperan para mimarte y ofrecerte la mejor gastronomía con productos naturales.

Jaén es una tierra de contrastes: sierras escarpadas ocupadas por vegetación silvestre, de una parte, y campiñas y vegas dedicadas mayoritariamente al cultivo del olivar, de otra, conforman un paisaje rico y variado que no pasa inadvertido al espectador.

El territorio provincial queda circundado por un perímetro montañoso en todos sus flancos, excepto el lateral oeste, ocupado por el amplio valle del Guadalquivir que aparece surcado por el río del mismo nombre. Al norte Sierra Morena, de relieve alomado, donde la dehesa de vocación ganadera alterna con masas forestales de especies autóctonas o repobladas en las zonas más abruptas. Al sur y este, las estribaciones septentrionales de las Cordilleras Béticas, donde el relieve escarpado y la presencia de abundante agua, propician la existencia de magníficas masas arbóreas, asociadas a un rico sotobosque, que constituyen el nicho ecológico de numerosas especies animales.
Catedral de Baeza



La variedad de caracteres ambientales (geológicos, edafológicos, climáticos,...) que confluyen en el territorio provincial, hacen que la biodiversidad jiennense esté considerada como una de las más importantes de España y de Europa. Todo un alarde de flora y fauna que, en conjunción con un paisaje rural muy cuidado, satisfacen las expectativas más exigentes de los amantes de la naturaleza y del mundo rural.

Fruto de esta riqueza natural, Jaén cuenta con la mayor superficie de espacios naturales protegidos de España (304.175 hectáreas): 4 Parques Naturales, 3 Parajes Naturales, 2 Reservas Naturales, 5 Monumentos Naturales y 2 Parques Periurbanos. Todos ellos equipados con las infraestructuras y servicios óptimos para el uso, disfrute y comprensión de estos lugares.
Los deportes aéreos tienen cada vez más presencia en los cielos de Jaén. Una provincia en la que se da una de las mayores concentraciones montañosas de la península y unas excelentes condiciones térmicas, acompañadas de unas temperaturas que permiten practicar estos deportes durante casi todo el año. Los sitios acondicionados para el vuelo son fundamentalmente cuatro: El Yelmo, en Segura de la Sierra, la Sierra de Ahillos, en Alcaudete, las Siete Pilillas, en Pegalajar, y el aeródromo de El Cornicabral, en Beas de Segura.

El Oro Líquido

La provincia de Jaén aporta aproximadamente el 20% de la producción aceitera de oliva de todo el mundo y el 50% de la española. Los más de 60 millones de olivos que alfombran la provincia son seña de identidad inequívoca, no sólo de la gastronomía giennense, sino de la cultura, paisaje y forma de vida de sus gentes. El aceite de oliva es el emblema cultural de una población que trabaja permanentemente por ensalzar la exquisitez, la calidad y las propiedades saludables del zumo de aceituna.
El oro líquido



El aceite de oliva es hoy sinónimo de excelencia y de salud. Es uno de los alimentos fundamentales de la dieta mediterránea y otorga un toque de distinción a cualquier plato de nuestra cocina. Además, sus excelentes propiedades saludables están siendo demostradas y contrastadas en multitud de estudios científicos del más alto nivel y abarcan desde la prevención de enfermedades cardio-circulatorias y el cáncer, hasta aliviar la artritis y retardar el envejecimiento.

Desde el punto de vista socioeconómico, el manejo agrícola de las explotaciones y el proceso de elaboración y envasado del aceite de oliva, se erige en el sector productivo de mayor contribución al P.I.B. provincial y a la generación de riqueza y empleo.

La Cocina del Aceite de Oliva

Se podría decir que la cultura gastronómica del Mediterráneo tiene en el pan, el vino y el aceite de oliva sus tres pilares fundamentales, si bien estos tres ingredientes, que participan por igual en los aspectos alimenticios y nutritivos, no tienen la misma presencia en el rito y la liturgia gastronómica. El pan, sin lugar a dudas, es quien convoca a la mesa, amparado en las connotaciones místicas que las culturas mediterráneas le han otorgado a través de los siglos. El vino es quien entretiene, llegándose a decir de él que es la “parte intelectual de la comida”.

Pero el aceite tiene una labor menos visible, podíamos decir que más espiritual, aunque no por ello menos apreciable: El aceite de oliva es, en todo caso, quien mantiene a los comensales en la mesa, quien los ata al goce gastronómico, porque a él, y sólo a él, la gastronomía le encomienda que sea el integrador de todos los sabores. Un buen vino podrá remediar en parte una mala comida, pero un mal aceite es capaz de echarnos a perder el mejor de los manjares. En definitiva: Un buen aceite de oliva sublima todos los ingredientes de cualquier guiso.

En Jaén, que es sobre todo tierra de olivos, pero que también tiene sus buenos vinos y unos inmejorables panes, esta función de actor discreto, pero primordial, que se la ha dado al aceite en la escena gastronomía, se ve reflejada en multitud de platos cuya elaboración comienza poniendo aceite de oliva a calentar en una sartén, como es el caso de los tradicionales fritos, sean de carne, pescado, verduras o masas de repostería, o culminando otros platos tan nuestros como las pipirranas, cuya elaboración finaliza con un generoso chorreón de aceite de oliva virgen extra, que exhala un sabor afrutado característico, aromático, recordándonos su olor la fragancia de las hierbas recién cortadas. La variedad de aceituna picual, la mayoritaria en Jaén, nos proporciona un aceite que es ligeramente amargo y picante, lo que lo hace imprescindible para preparar el bacalao al pil-pil, o para la elaboración de sofritos de verduras que sirvan como base para otros guisos, o para estofados de carne, escabeches de caza o de pescados, siendo indispensable en aquellos platos que contienen ajo.